“La noche de San Juan es la más corta del año…”
La tradición de celebrar esta mágica noche del 23 al 24 de junio, se remonta a épocas muy anteriores al cristianismo (se cree que los primeros cultos comenzaron hace unos 8.000 años) con motivo de la celebración del solsticio de verano.
Nuestros antepasados llevaban a cabo durante esta noche todo tipo de ritos de fuego purificadores con el fin de simbolizar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía puesto que su temor principal era que el sol no volviese a su esplendor.
Fuego y agua se conjuran en una noche mágica donde la diversión y la superstición van de la mano. Saltar la hoguera, pasar por encima de ella o darse un buen chapuzón en el mar bajo la luz de la luna con el fin de traer buenos augurios, son algunos de los rituales más habituales.
La noche de San Juan es mágica y está cargada de energías. Por ello, es un momento perfecto para deshacerse de lo viejo y abrirse a nuevos horizontes y a nuevos deseos.
Que todos os deseos se os hagan realidad.
Gemma