Redescubrirse. Sexo y placer después del parto.
Después de los nueve meses de embarazo y del parto, el bebé ya está en casa. Además de la alegría y la ilusión por la nueva vida que comienza, los padres han de reorganizar algunos hábitos, sentimientos y maneras de hacer. Su vida ya no será nunca más la misma y, por asumirlo, hay tiempo, paciencia y mucha calma.
Uno de los cambios evidentes serán las relaciones sexuales. Los besos, las caricias y los abrazos siempre son aconsejables, tanto durante el embarazo como en el posparto. Pero «las relaciones coitales no deberían iniciar hasta que el cuello de la matriz quede bien cerrado, y eso suele tardar una media de unos 30-35 días, coincidiendo con el paro total de pérdidas de sangre», aconseja la experimentada comadrona Judit Cuerpo, madre de tres hijos. «Por lo tanto, la cuarentena es una fecha aproximada porque hay mujeres que a los 21 días ya podrían tener relaciones y otros que hacia los 50 días todavía tienen el cuello de la matriz un poco abierto y tienen pérdidas, aunque ninguno de los dos extremos son comunes «.
La comunicación es la clave
Además de respetar la recuperación física de la madre, Cuerpo cree que es fundamental respetar su evolución emocional y psicológica. La comunicación es clave. «Las comadronas hacemos hincapié en que la comunicación entre la pareja se debe trabajar desde el primer día. Y eso incluye desde hablar sobre las emociones que les ha generado y los está generando la nueva experiencia hasta besos, abrazos, caricias, mucha ternura y cuando se despierte el deseo de la mujer, el sexo con todas las modalidades no coitales. una vez se ha pasado la cuarentena o, si la pareja quiere, un poco antes, ya se pueden iniciar las relaciones sexuales «, propone.
Un parte muy instrumentalizado, una cesárea no prevista o, sencillamente, que el nacimiento no haya cumplido las expectativas de la madre, puede afectarla anímicamente, además de físicamente. Y eso, con el añadido del cansancio, las posibles dificultades de la lactancia materna y los cambios hormonales, hace que la libido pueda caer en picado. «Es cierto. A mí me pusieron puntos para la episiotomía y, aunque el parto fue bueno, cuando nos animamos a tener relaciones coitales me daba un poco de mal, no encontraba la postura, era distinta a como estábamos acostumbrados «, reconoce Montse P., madre de una niña de casi un año. «Ahora ya lo tenemos controlado, pero reconozco que los primeros meses fue duro. Suerte que optamos por el humor y para reírnos de la situación», dice sonriendo. La comadrona Pepi Domínguez, presidenta de la cooperativa Titania Tascó (www.titania-tasco.com), subraya que en el centro siguen el método psicosexual de la antropóloga británica Sheila Kitzinger, que incluye asesoramiento marital y comprende todas las interrelaciones familiares y su efecto sobre el parto y la respuesta sexual femenina. «Lo hablamos, lo desmitificamos y ponemos las cosas en su lugar. Es bueno que el deseo o las molestias puedan verbalizar en la pareja y nunca se debe perder el sentido del humor. Nos falta mucha cultura sexual», lamenta .
«Si la mujer se siente acogida y escuchada por la pareja, las relaciones y la sexualidad no hay ningún motivo para que empeoren. Es cuando se siente sola en el dolor y la frustración que bloquea su deseo», advierte Cuerpo. «Me he encontrado muchos casos en que las madres recientes se sienten más escuchadas y acompañadas por la comadrona y por otras madres que han vivido procesos similares que por la pareja o la familia. Del consuelo incumplido de decir que si el bebé está bien todo lo demás no tiene importancia, olvídate. Para la mujer no es suficiente, hay que curar la herida emocional también «, asegura. «En el caso de una cicatriz importante, sea por cesárea o por instrumentación (fórceps o espátulas), puede ser que haya fuerza dolor, a pesar de las medicaciones, y pueden pasar semanas para que mejore. El dolor disminuye la libido e iniciar las relaciones puede ser tema de conversación en el primer año de vida de los bebés! «, exclama Cuerpo. En la consulta se ha encontrado que la mayoría de mujeres esperan hasta los tres meses a mantener relaciones coitales y que «si tienen la primera relación y es dolorosa pueden alargar las siguientes y espaciarse las mucho en el tiempo».
La lactancia y el sexo
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de retomar las relaciones sexuales en la pareja es si la mujer está amamantando la criatura. Por varios motivos. Hay profesionales de la salud de la mujer, como Judit Cuerpo, que trabajan con el método simptotèrmic, es decir, ayudan a controlar la fertilidad con la integración de métodos naturales. Uno es un método anticonceptivo a través de la lactancia materna conocido como Mela. «Si la mujer amamanta de manera exclusiva -y mientras no tenga ninguna pérdida y no amamante con intervalos de más de 6 horas-, está protegida unos tres meses en un 98% y en los seis meses en un 96%».
Por otra parte, el ginecólogo Juan Carlos Ramírez apunta que, después del parto, las paredes de la vagina quedan separadas y para evitar que se rasguen, recomienda hacer los ejercicios de Kegel (podéis saber más leyendo el cuadro de la izquierda ). Con el nacimiento, «la ampliación de la vagina disminuye el placer sexual en la parte mecánica y, incluso, la sensación de satisfacción del hombre disminuye, aunque hay otras opciones como la estimulación manual», asegura el médico.
Además, Ramírez también advierte que si la mujer tiene los pechos doloridos por la lactancia «hay que evitar que la pareja les toque, ya que si el pezón está hundido podría sangrar y perjudicar la lactancia». También es normal que durante el tiempo que esté dando el pecho o hasta que le vuelva la menstruación, la madre note sequedad vaginal, lo que dificulta las relaciones. Juan Carlos Ramírez lo argumenta diciendo que «se debe al bajo nivel de hormonas que la mujer tiene en el posparto. Hay cremas y aceites lubricantes que se pueden aplicar hasta que vuelva a haber una lubricación natural».
FUENTE: https://criatures.ara.cat/Redescobrir-se-Sexe-plaer-despres-part_0_787121292.html